La copa y el vino


Y en el rincón más alejado de mi mente me senté.
Una habitación vacía donde nadie puede llegar.
En ésta ocasión sólo hay una mesa y dos sillas.
Los objetos aparecen de acuerdo a mi necesidad.
A veces es una biblioteca;
A veces es un espejo;
Pero no entiendo por qué hay dos sillas.
En mi vida, sólo hay dos caminos:
Lo que debo hacer,
y lo que deseo hacer.
Aquí alojo lo que deseo......está vacío
Porque nací sin alma y con un corazón muerto
es que fui sumisa y obediente a lo que "debía" hacer.
¡MENTIRAS!
Sólo me obligaban a hacer lo que ellos querían,
y decían que sólo así yo alcanzaría la felicidad.
Fue cuando me di cuenta que no todo lo que "debía" hacer
era lo correcto al ver los golpes en mi cuerpo.
Fue entonces que mi corazón empezó a latir.
Las cadenas se cayeron.
Pero sólo quedaba una pregunta sin responder:
¿Qué es lo que deseo?
Escucho un golpe en la mesa: una copa y una botella de vino.
Destapo la botella y comienzo a servir.
La copa se llena mientras se refleja la imagen de tu rostro.
La botella resbala de mi mano y el vino se esparce por el suelo.
Sólo quedaba la mitad de vino, sin embargo seguía fluyendo una gran cantidad.
Hasta que cubrió todo el suelo de la habitación transformándose en una alfombra.
Una alfombra de terciopelo tan roja como la sangre pero tan suave como una rosa.
Una gota recorría el exterior de la copa cual lágrima en un rostro.
Tus tristezas calladas.
Tomé la gota con un dedo y mojé mis ojos con ella.
Tu reflejo aún permanece en el vino. Te miro.
Podría quedarme horas así, me siento feliz.
¿Feliz?
Tomo la copa, y bebo el vino.
Mi corazón late de nuevo.
Mi alma despierta de su sueño.
La habitación comienza a llenarse de cosas que nunca supe que estaban allí.
Escucho que la otra silla se mueve.
Giro.


Ahí estás.




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